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Compartir hipoteca es una práctica muy extendida cuando uno se plantea comprar una casa en pareja. Es lo que tiene el amor, que te invade y todo lo quieres compartir... Pero, STOP. Antes de lanzarte a la piscina, te recomendamos que te detengas a valorar sus ventajas e inconvenientes, que ya te adelantamos que (aunque menores) también los tiene.

Compartir hipoteca

¿Qué son y qué pasa con ellas?

Este tipo de hipoteca cuenta con la titularidad de más de una persona en el contrato. Su funcionamiento es muy parecido al de las hipotecas con un único titular, pero en esta modalidad tendrás con quien compartir el pago de las cuotas. ¡Menudo alivio! Peeeeeero, OJO, este detalle puede resultar un arma de doble filo.

Debes tener claro que las hipotecas compartidas son solidarias. Con esto no queremos decir que tengas que pagar las cuotas de algún desconocido, pero sí te harás cargo del impago de tu compi de préstamo.

Aunque por contrato hayáis establecido que tú pagas una parte determinada, que podría ser incluso inferior a la de tu pareja, ante los ojos del banco respondéis por igual. La cuota hay que apoquinarla completa sí o sí, aunque uno de los dos se haya quedado sin trabajo, tu amor se haya dado a la fuga o cualquier otro escenario en los que preferimos ni pensar.

Una decisión importante

Contratar un préstamo hipotecario siempre es una decisión que ha de ser bien meditada, pero para meterse en una hipoteca compartida, donde (valga la redundancia) compartirás titularidad con otra u otras personas, hay que estar muy, pero que muy seguro. Antes de dar el paso, te recomendamos que des un repasito a vuestra relación y planes de futuro. Estos son algunos de los aspectos a los que deberías darles una vuelta.

  • Estabilidad de la relación. Mucho cuidado con meterte en este embrollo si no tienes claro el futuro de tu relación. Ante cualquier pequeña duda de este tipo, para el carro. Una hipoteca es tan formal (o más en muchos casos) que un matrimonio. Al fin y al cabo, estás fijando un contrato hasta que dure la deuda (que no suelen ser pocos años). Si la relación se rompe, la responsabilidad de la hipoteca es de los dos.
  • Reparto de las cuotas. Lo más habitual es que la carga de la hipoteca sea a partes iguales. Que cada miembro se haga responsable del 50 %. Si esto no es posible, porque las ganancias de uno y otro son muy dispares, te aconsejamos que firmes un contrato privado en el que establezcáis los porcentajes.
  • La propiedad de la casa. Una cosa es la hipoteca y otra bien distinta la propiedad de la vivienda. Cuando un matrimonio está casado en bienes gananciales, la propiedad será a partes iguales, pero si se es pareja de hecho o el matrimonio ha establecido separación de bienes, la contribución de cada parte es proporcional a su participación. A cada cual le corresponde lo que haya pagado.

Ventajas de compartir hipoteca

Aunque te lo estemos pintando muy feo, esta modalidad de hipotecas tiene grandes beneficios. De hecho, si optas por esta opción no eres ningún bicho raro, la mayoría de los préstamos hipotecarios son compartidos. ¡Por algo será!

  1. Seguridad. Al ser varias personas es más sencillo cubrirse ante posibles problemas económicos. Lo normal es poder contar con tu pareja para todo, incluido el evitar impagos.
  2. Mejores condiciones. La entidad asume que al ser más de un pagador hay un menor riesgo de impago. Esto se traduce en más facilidades e incluso mejores condiciones.
  3. Préstamos más elevados. La suma de dos personas o más aportando sus recursos al pago de la hipoteca hacen que se pueda optar a una vivienda con un precio superior (y esperamos que mejor) que si lo tuvieras que afrontar solo. Pero que no se te vaya la cabeza. Cautela.

Desventajas de compartir hipoteca

Como avisábamos al principio del artículo no todo es de color de rosas. Aquí resaltamos los principales inconvenientes que puede tener este tipo de financiación (aunque no siempre tiene que ser así).

  1. Ahogarse ante la falta de ingresos. Si uno de los dos titulares se queda sin trabajo, es posible que la cuota total no se pueda asumir con un único sueldo. Te recordamos que seguramente hayáis tenido en cuenta los dos sueldos a la hora de pedir el préstamo.
  2. Dificultades para abandonar el barco. Si tu historia de amor termina, el contrato que has firmado de forma conjunta con el banco persiste. Habrá que seguir pagando todos los meses sin excepción. En caso de que uno de los titulares quiera deshacerse de la hipoteca, las condiciones del préstamo podrían cambiar.

Cómo salir de una hipoteca compartida

Salir de una hipoteca compartida no es tarea fácil, por eso es uno de los principales inconvenientes de su contratación. No es que se trate de una secta de la que no hay manera de pirarse, pero tampoco puedes hacer una bomba de humo y esfumarte como si las responsabilidades ya no fueran contigo.

Si ha pasado algo por lo que ya no quieras seguir compartiendo vivienda con tu amor, familiar o con quien se te ocurriera iniciar esta aventura, el banco seguirá exigiendo sus cuotas. Para resolver la situación tendrás que:

  • Vender la vivienda para poder liquidar el préstamo y que cada uno siga su camino.
  • Renegociar el cambio de titularidad con el banco y que uno de los propietarios asuma la carga total de la hipoteca. Para ello habrá que comprar la parte del otro propietario (con todos los costes extra que conlleva).

Y si uno de los titulares fallece...

Lamentamos decirte que si uno de los titulares fallece las cuotas de la hipoteca siguen estando vigentes. No obstante, la responsabilidad de esta no siempre recaerá sobre la misma persona. ¿Que cómo es eso? Muy sencillo, todo dependerá de quien figure como heredero o heredera. En caso de que sea la pareja y esta acepte la herencia, también debe aceptar la parte del préstamo hipotecario a la que hacía frente el fallecido. Sin embargo, si el heredero es una tercera persona, las partes correspondientes tanto de la propiedad como de la hipoteca del titular fallecido pasan a esta otra u otras personas.

La decisión es tuya

Nosotros te hemos expuesto la información y ahora eres tú quien debe decidir si prefieres/puedes embarcarte en esta aventura de comprar una casa en pareja o solo. Sea como sea, aquí puedes simular tu hipoteca para, juntos, hacer realidad tus sueños. ¿Nos ponemos a ello?

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